Centauros ya no es de Villavicencio y ahora es de Popayán

Acreditando el 81,7 por ciento de los más de 44 mil derechos o cuotas sociales que componen la entidad y representados en Cesar Pinzón, Alex Otero, Natalia Martínez, Carolina Betancourt y Manuel Vargas; se cumplió la reunión y se tomó la trascendental decisión. En el Parque de la Vida de Cofrem jugó Centauros su último partido en la plaza donde nació, al aprobarse la modificación del Artículo 2 de los Estatutos de la institución y que se relaciona con el Domicilio; que deja de ser Villavicencio y algún municipio del departamento del Meta, para ser Popayán o algún municipio del Cauca. Alexander Otero, presidente de Centauros Villavicencio, dijo la entidad emitirá un comunicado para aclarar que cambia de domicilio, pero no de razón social, y que les responderá a todos los acreedores pagando hasta el último peso de sus deudas. Expresó que las acreencias llegan hoy a 250 millones de pesos, siendo la de mayor cuantía, la que se tiene con la Dirección de Impuestos Nacionales, DIAN, a la que, dijo, se le ofició informándole del traslado y del compromiso de cumplir con el pago. El directivo, sin embargo, aseguró que la cifra no contempla las demandas judiciales que se sabe son millonarias, y que fueron falladas a favor del ex preparador físico Luis Eduardo Ríos y del ex técnico Álvaro de Jesús Gómez. Deudas que superarían los 400 millones de pesos. Germán Jara Guevara, quien dio la pelea hasta último momento para defender el equipo como un patrimonio regional y propiedad de los 2.082 asociados llaneros, lamentó la pérdida del fútbol profesional en esta ciudad y señaló que “en su momento le regalamos nuestros derechos sociales y ellos si sabían para qué servían”. En febrero del 2002 y por iniciativa del desaparecido alcalde de Omar López Robayo, surgió Centauros Villavicencio Fútbol Club dirigido en el ámbito administrativo por Rogelio Gómez Díaz y en lo técnico, por el antioqueño Álvaro de Jesús Gómez. El 24 de noviembre del mismo año, derrotaba 1 gol a 0 a Alianza Petrolera en el estadio Manuel Calle Lombana y ascendía a la primera división, donde, ya como Centauros Villavicencio Corporación Deportiva, se mantuvo una temporada y regresó a la B, en medio de la desilusión de sus hinchas y de una grave situación económica. Problemática que llevó a la directiva liderada por Jesús María Suárez Letrado, en mayo de 2006, a encontrar a empresarios vallecaucanos que compraron la mayoría de cuotas sociales entregadas en un cruce de deudas contraídas con el ex presidente James Guevara, y que permitió salvar al equipo que estaba a punto de desaparecer. La llegada de Hernando Ángel, siempre a la sombra porque nunca fue propietario de cuota o aporte alguno, esperanzó a la afición llanera de volver a la primera A, pero con el paso del tiempo y ante el hecho de tener el equipo como una escuela formativa; aparecieron críticas y poco a poco los gobiernos le fueron quitando el respaldo. La negativa de las administraciones de apoyar financieramente la institución, por la actitud de sus dirigentes, preocupados por hacer jugadores para llevar al Deportes Quindío a valorizarlos y luego venderlos, hizo que los directivos miraran alternativas de traslado. A mediados del 2011, se dio por hecho el paso de Centauros a Popayán pero la asamblea de clubes del Torneo Postobón no aprobó el cambio; solicitud que volvió a plantearse en enero pasado y a la que finalmente se le dijo si, en una reunión celebrada durante el mes de marzo.