[VIDEO] El insólito gol de Mbappé vs Manchester City: ¡nunca tocó la red!

Llegó la hora definitiva para emparejar los octavos de final de la UEFA Champions League en su nuevo formato. Clubes como Liverpool, Barcelona, Atlético de Madrid, Arsenal, Inter entre otros ya esperan en la siguiente instancia a la espera de conocer sus posibles rivales que saldrán de los Play-Offs. 

Infortunadamente, las posiciones en la tabla general hicieron que el Real Madrid se encontrara con el Manchester City en una final anticipada y en un derbi que ya se ha configurado en Europa por la cantidad de ocasiones en las que se han visto las caras durante los últimos años.  

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En una serie de ida y vuelta, Real Madrid visitó al Manchester City en el Etihad Stadium en busca de dar el golpe inicial para cerrar la siguiente semana en el Santiago Bernabéu. Aunque todo inició bien para los locales con el golazo de Erling Haaland, la jerarquía madrileña apareció y con anotaciones de Kylian Mbappé, Brahim Díaz y Jude Bellingham le dieron vuelta con un resultado final de 2-3. 

EL CURIOSO GOL DE KYLIAN MBAPPÉ PARA EMPATAR: NUNCA TOCÓ LA RED 

Erling Haaland fue el artillero del partido con dos goles. Uno tras una jugada colectiva que tuvo a Josko Gvardiol como protagonista cediendo de pecho en el área al noruego y otro de penalti cuando el Real Madrid, minutos atrás había emparejado las acciones con el empate de Kylian Mbappé.  

Sin duda alguna, ese empate de Kylian Mbappé se llevó todos los reflectores. La acción del gol estuvo antecedida por un tiro libre que rebotó en la barrera, Dani Ceballos mandó un balón al área que el francés cerró con una jugada acrobática. Un golazo. No obstante, la paridad ganó más reconocimiento por dos curiosidades que no pasaron desapercibidas. 

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Por un lado, aunque el balón entró ante el desconcierto de Ederson y de la zaga defensiva del Manchester City, en el intento por definir de media volea, el balón impactó en la canillera de Kylian Mbappé y terminó entrando al arco custodiado por el brasileño. Lo otro fue que, pese a establecer el empate, el balón se fue tan lento que parecía imposible que ingresara al arco. 

Nathan Aké no alcanzó a impedir que el balón ingresara, pero la curiosidad es que, a diferencia de otros goles, la pelota nunca tocó la red. Cuando se dirigía a la malla, fue el mismo defensor central el que tomó la pelota con las manos y de esa forma, con una curiosa definición igualaron para después encaminar la primera victoria en la serie.