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Brayan García, despedido del Paranaense
Brayan García, despedido del Paranaense.
AFP

¿Cómo funciona la trama de amaños de partidos que sacude al fútbol de Brasil?

La trama de corrupción descubierta involucró a varios jugadores de la primera división.

El descubrimiento de un esquema de amaños de partidos sacude al fútbol de Brasil. ¿Cómo funciona la trama corrupta que ha prendido las alarmas de la liga más poderosa de Sudamérica?

¿Cómo se descubrió?

Las alertas se encendieron en noviembre, cuando el presidente del Vila Nova de Goiás, Hugo Jorge Bravo, denunció ante la fiscalía de ese estado del centro de Brasil que tres partidos de la segunda división, en la que su club participa, habrían sido manipulados.

El directivo supo que uno de sus jugadores, el volante Romário, de 20 años, estaría involucrado. 

La información, asegura, le llegó cuando el atleta incumplió lo pactado con los apostadores: cometer un penalti en el partido contra Sport Recife, en la última jornada del Brasileirao B, a cambio de una suma equivalente a unos 30.000 dólares al cambio actual.

El deportista recibió un adelanto de unos 2.000 dólares, pero no fue convocado para el juego.

Los apostadores presionaron al mediocampista, despedido a finales de noviembre y denunciado ante la justicia, para que les resarciera el perjuicio económico. 

"Todo se descubrió porque la movida no resultó", dijo Bravo.

¿A quiénes se investiga?

Los fiscales de Goiás dieron continuidad a la denuncia de Bravo y lanzaron la Operación Pena Máxima.

Creen que al menos 15 partidos fueron amañados, ocho de ellos de la primera división del año pasado. Los otros fueron de la segunda categoría de 2022 y de campeonatos estatales de 2023.

Por ahora han denunciado a al menos 25 personas: 15 futbolistas, uno de la primera división, el defensa del Santos Eduardo Bauermann, y diez apostadores o financiadores, tres de los cuales están detenidos.

Lo encontrado hasta el momento puede ser la "punta del iceberg", dijo el procurador Rodney da Silva en abril.

Seis atletas de la primera división fueron apartados de sus equipos, la mayoría esta semana, cuando sus nombres aparecieron en conversaciones de apostadores encontradas por fiscales y reveladas por medios locales.

Otros dos, el lateral brasileño Pedrinho y el volante ecuatoriano Bryan García, fueron despedidos el viernes por Athletico Paranaense. Y el brasileño Max Alves, de Colorado Rapids (EEUU), fue suspendido.

Los deportistas, algunos de los cuales aceptaron cargos y negocian con la justicia, pueden pagar hasta seis años de prisión.

De momento no hay sospechas de árbitros involucrados.

¿Cómo operaban?

Apostadores o intermediarios abordaban a los jugadores a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería, y apostaban en sitios en línea, que son considerados víctimas. 

Les ofrecían entre 10.000 y 100.000 dólares por ser amonestados o expulsados, forzar tiros de esquina, provocar penales o garantizar marcadores. 

"Tiene que asegurarnos la tarjeta amarilla antes del fin del primer tiempo, solamente eso", le dice un supuesto miembro de la banda al zaguero argentino Kevin Lomónaco (Red Bull Bragantino), de 21 años, según un mensaje revelado por el portal Globo Esporte.

"Me decía que iba a ganar mucho dinero rápido (...) Lo hice sin saber que era un crimen", dijo el defensa, que llegó a un acuerdo con las autoridades, en declaraciones publicadas por UOL el sábado.

Los apostadores apuntaban a ganarse 400.000 dólares por fin de semana, según audios divulgados por el sitio G1, y usaban robots o cuentas registradas a nombre de terceros en las casas de apuestas para aumentar los ingresos.

Fuente
AFP
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