Nacional le tiró su historia en Libertadores al América: polémico gesto en el Atanasio

Atlético Nacional se midió ante América de Cali en la final de la Copa Betplay. Antes del inicio del partido, los verdes calentaron los ánimos ante su máximo rival con un polémico gesto. El elenco verdolaga sacó los dos trofeos de la Copa Libertadores ganadas en 1989 y 2016 para poner picante el encuentro ante el elenco escarlata. 

En la esperada final, rojos y verdes protagonizaron un nuevo capítulo en la histórica rivalidad que los define como los dos equipos más grandes del fútbol colombiano. En un Atanasio Girardot colmado por más de 44,000 hinchas, el cuadro verdolaga no dejó pasar la oportunidad de encender los ánimos al exhibir sus dos trofeos de Libertadores antes del inicio del partido, un gesto que generó tanto admiración como controversia en el ambiente futbolero.

Los títulos conquistados por el onceno paisa, fueron presentados en el centro del campo mientras los jugadores de Nacional salían al terreno de juego, escoltados por una ovación ensordecedora de su hinchada. La decisión de mostrar los títulos continentales en un encuentro ante su máximo rival en Colombia no pasó desapercibida.

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En las gradas, los hinchas verdolagas coreaban orgullosos el legado internacional del club, mientras que los pocos seguidores americanos solo podían ver a través de la televisión la afrenta contra la historia de su equipo.

Fue una final cargada de simbolismo que exacerbó las tensiones entre ambos equipos. América de Cali, subcampeón de la Libertadores en cuatro ocasiones (1985, 1986, 1987 y 1996), nunca ha logrado alzar el máximo trofeo sudamericano, lo que históricamente ha sido una fuente de orgullo para Nacional y un punto de comparación recurrente en la rivalidad.

Dicho gesto, aunque, por un lado, refuerza la identidad internacional de los verdolagas, también se percibió por muchos como una provocación calculada en un escenario donde ambos equipos disputaban el honor de llevarse un título doméstico.

Para algunos, se trató de un recordatorio legítimo de los logros de Nacional, que ha sido el único club colombiano en ganar la Libertadores en dos ocasiones. Para otros, fue un movimiento innecesario que podría haberse interpretado como falta de respeto hacia América de Cali y que añade tensión a una rivalidad ya de por sí intensa.

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Más allá de la polémica, el gesto marcó la pauta de una final cargada de emociones y reafirmó que la lucha entre Nacional y América trasciende los 90 minutos, consolidándose como un enfrentamiento donde la historia y la pasión nunca están ausentes.