Cargando contenido

Gareth Bale se perderá por lesión los dos últimos partidos de Gales

El delantero y capitán de Gales no viajará a Georgia para el penúltimo encuentro de clasificación para la Copa del Mundo.

El delantero galés del Real Madrid Gareth Bale no jugará con su selección nacional los dos últimos partidos de clasificación para el Mundial de Rusia 2018 debido a una lesión, según informó la Federación de su país.

El atacante se perderá los enfrentamientos ante Georgia, en Tiflis este viernes, y en Cardiff, el lunes frente a la República de Irlanda, claves para dirimir los dos primeros puestos en el Grupo D de clasificación, en el que Gales marcha segunda a cuatro puntos de Serbia.

[Recomendado: Arjen Robben criticó trabajo de Carlo Ancelotti].

Bale, de 28 años, se incorporó a la concentración de su combinado nacional ayer lunes, después de que su entrenador en el Real Madrid, Zinedine Zidane, no le alinease en el partido contra el Espanyol tras lesionarse en el encuentro de la Liga de Campeones frente al Borussia Dortmund, ante el que inauguró la cuenta con una espectacular volea.

A pesar de que se entrenó con el resto de sus compañeros y acudió a la gala anual de premios de la Federación, el delantero y capitán de Gales no viajará a Georgia para el penúltimo encuentro de clasificación para la Copa del Mundo del próximo verano tras hablar los servicios médicos de la selección con los del Real Madrid y ser sometido a pruebas que confirmaron que no estaba en condiciones de jugar.

Su puesto en el equipo de Coleman lo ocupará Tom Bradshaw, del Barnsley, según informa la Federación,

[Debes leer: Los estadios de fútbol más intimidantes del mundo].

La selección galesa confía, al menos, en asegurar el segundo puesto del Grupo D, en el que la República de Irlanda es tercera a un solo punto de los "dragones".

Los ocho mejores segundos de los nueve grupos de clasificación irán a la repesca para luchar por una plaza en el Mundial en una eliminatoria a dos partidos.

Parte de las esperanzas de Gales pasaban por las botas de Bale, que aspiraba a llevar a su selección a su primera cita mundialista desde 1958.