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La noche que alumbró la estrella 14

Hace 24 años el hincha embajador no gritaba ¡Millos Campeón! La estrella iluminó los rostros del hincha azul. De norte a sur, de oriente a occidente, Bogotá se vistió de azul.

La enorme caravana que acompañó al bus embajador desde el sitio de concentración al estadio fue enorme porque la fiesta del fútbol en Bogotá se vive así. La voz del hincha La marea azul tiñó todas las vías de la ciudad, donde con cánticos, pitos y mucha harina, la carrera 30 colapsó por el gran flujo de de hinchas embajadores que esperaban la llegada de la estrella 14 para Millonarios. “Los verdaderos hinchas vivimos los partidos así, nos pintamos la cara y lo damos todo por Millos’’, así lo dijo Carlos, quien con novia en mano, vuvuzela azul colgada al cuello y cara pintada con las 14 estrellas de Millonarios, se refirió al partido como una goleada para los embajadores. ‘’Hoy nos llevamos la 14, tengo nervios pero le pongo un 4-0 a este partido’’, concluyó el ferviente hincha azul. La familia capitalina también hizo presencia en el “Coloso de la 57”, con un sonoro ¡Millos Millos! Los Zárate con cuatro miembros, llegaron al estadio al mando de Don Alberto, un hincha de alrededor de unos 48 años que fue más prudente , pronosticando un gol a favor a de Millos. “Hace 24 años, en el 88 vi al azul campeón y desde ahí me comprometí a que mi señora y mis hijos fueran de Millonarios”, dijo el señor Zarate. La alegría que generalmente se ve en la tribuna se trasladó a las afueras del Campín cuando el bus de los protagonistas llegó escoltado por cerca de unos 60 carros que lo siguieron desde la concentración hasta el estadio. Una marea azul que formó el trancón, brindándole la bienvenida al hasta entonces 13 veces campeón. En Fortín azul Ya en el estadio, la felicidad y el rostro de esperanza se reflejaban en la cara de los 45 mil hinchas que abarrotaron las gradas de ‘El Campin’, que comenzó a moverse cuando Millonarios salió a reconocer el terreno de juego. El júbilo de grandes y chicos estalló cuando los 11 ‘Embajadores’ salieron al terreno de juego, la salida del equipo fue adornada con banderas, papel picado, globos y humo. La nota musical la puso la banda de la Policía Nacional que interpretó el himno de Colombia y de Bogotá. Al occidente de la ciudad los hinchas de Millonarios que no tuvieron la suerte de conseguir una boleta hicieron lo propio llenando el Parque Simón Bolívar. Cerca de 40 mil personas presenciaron el partido en pantallas gigantes dispuestas por la alcaldía de Bogotá para esta final. Partido de final Nervios y ansiedad se apoderaron de las caras azules al ver el último partido del año y con el pitazo del Juez Luis Sánchez comenzó el aliento que por momentos no se entendía por la gran cantidad de vuvuzelas dispuestas para la final. El primer ¡Uy! general se dio en las tribunas al minuto 7 cuando Harrison Otálvaro movió el palo izquierdo de Castellanos. Hasta algunos trabajadores de de logística del estadio se tomaron la cabeza en sinónimo de impotencia de gol. Pasaron los primeros 30 minutos de la final y la hinchada azul en cierto número dejó de alentar, un ánimo que bajó con la expectativa de que Millos no era profundo en su consecución del gol. Un desespero que aprovechó Independiente Medellín con sustos cercanos a la portería de Delgado, que hicieron palpitar de nervios a los hinchas capitalinos. Pero los 44 minutos de silencio se extinguieron con el gol de Wlberto Cosme. Los abrazos, las lágrimas y la felicidad se vieron en los rostros de la sufrida hinchada de Millonarios, que vio como el caucano abría el camino a la estrella 14. El comienzo del segundo tiempo fue animado con la satisfacción de la ventaja. Los hinchas de la tribuna norte comenzaron a celebrar con pólvora y el juez Luis Sánchez detuvo el encuentro por 3 minutos. Pero lo malo no fue eso, las caras largas volvieron cuando en un mal rebote del arquero Luis Delgado, William Zapata puso el empate al minuto 51. Los últimos 10 minutos del partido fueron de ‘comerse las uñas’. Los cánticos en las tribunas norte y sur no cesaron. Sin embargo, un ¡Oe, Oe, Oe, Millos, Millos! comenzó a resurgir poco a poco. El hincha capitalino no perdió la fe y dio su último aliento de los 90 minutos previendo la lotería de los penales. Lo inevitable se dio, los rostros de preocupación mirando al cielo de los hinchas de Millonarios reflejaban la ayuda divina y el coro de ¡Delgado, Delgado! fue uno solo para brindarle apoyo al cancerbero azul. Y así fue, Millonarios gracias a los penales celebró un nuevo título y Bogotá fue protagonista con un inolvidable 2012. La estrella 14 para los azules bajó del cielo y por fin los hinchas de todas las generaciones gritaron: ¡Millos Campeón!
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