Los pobres números que dejó Hernán Barcos en Atlético Nacional

Hernán Barcos dejó un buen recuerdo entre los aficionados de Atlético Nacional, sin embargo, sus números en la institución verdolaga no son favorables considerando que su principal tarea era la de anotar.

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El argentino, que llegó a inicios de 2019, cuando el club estuvo bajo la dirección técnica del brasilero Paulo Autuori, tuvo un primer semestre complicado en el que se convirtió en referente, pero no pudo evitar la eliminación de los certámenes internacionales, así como tampoco pudo lograr acercarse al título en el certamen local.

La segunda parte del año tampoco fue sencilla, la llegada de Juan Carlos Osorio, posterior a la salida del DT brasilero, le garantizó minutos, pero el esquema de juego lo perjudicó y lo convirtió más en un futbolista obligado a salir del área para involucrarse en el juego, que en ese delantero centro capaz de batir a cualquier arquero.

Con este panorama, Barcos convirtió apenas 15 tantos en los cerca de 4000 minutos que estuvo en cancha durante todo el año, siendo mucho más favorable el primer semestre, en el que consiguió diez de esas anotaciones. Durante el segundo semestre tuvo puntos altos, logró convertirse en un pasador y convirtió en cinco ocasiones, situación que fue debilitando su imagen hasta que se tomó la decisión de no renovar su contrato.

Barcos fue titular en 42 partidos de Liga Águila durante el año y esas quince anotaciones, descontando las cuatro que consiguió por certámenes internacionales y Copa, le dan un promedio anotador de una conversión de un gol cada cuatro partidos, lo cual resulta bajo considerando su buena labor en otros equipos.

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Pese a ello, la tarea que cumplió Barcos en Nacional no lo dejan del todo mal, pues en medio de la pobre campaña del equipo en los dos semestres, supo adaptarse a las exigencias de los técnicos, mostró que su técnica al salir del área y aunque no es un jugador al que el físico le permita estar involucrado en la rápida dinámica de un equipo como Nacional, sí pudo convertirse en un buen socio de sus compañeros.