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El juez Mark Geiger  acude al VAR para resolver una duda arbitral en el partido Alemania-Corea del Sur
El juez Mark Geiger acude al VAR para resolver una duda arbitral en el partido Alemania-Corea del Sur
AFP

Ahora sí, el VAR

Con el correr de los días me he ido convenciendo de la utilidad del videoarbitraje

Confieso que, antes del Mundial, no tenía la más mínima confianza en el VAR. Esas pruebas hechas en las diferentes ligas de Europa para llevar la tan anhelada justicia a las decisiones arbitrales, habían sido un desastre en la mayoría de casos, algo que me transmitía profundo temor para Rusia 2018.

Pero con el correr de los días he ido cambiando de opinión, y si bien hay varios aspectos por mejorar, ha sido más lo bueno que lo malo. La prueba de oro, definitivamente, se dio en el partido Brasil-Costa Rica con la simulación de Neymar, jugador deberá ir con cuidado de aquí en adelante en la cancha. 

Muchos dicen que ha nacido un nuevo deporte con la llegada del VAR. En el caso particular diría que no, que lo que está ocurriendo es, sencillamente, una transformación en la forma de tomar las decisiones arbitrales, agregándose emoción extra entre los aficionados mientras esperan el veredicto final del juez central.

Definitivamente, prefiero ver a un árbitro arrepentido, con pena, corriendo al centro del campo para corregir una decisión que él mismo tomó, y no a uno de esos refrís soberbios y engreídos, que se creen el protagonista principal de la historia, después de cambiar el rumbo de un partido, por una medida dudosa o errada.

Prueba de la eficiencia del VAR ha sido el número de penales decretados en Rusia 2018 durante solo la fase de grupos, superando por lejos a otros mundiales en su totalidad. En más de una ocasión, el árbitro ha debido comprobar que hubo falta dentro del área, o no, tal cual como sucedió con Colombia ante Senegal.

Quizá la única crítica que haya con la implementación del videoarbitraje sea el margen de interpretación con el que todavía cuenta el juez. Se vio con Cristiano Ronaldo en el compromiso ante Irán, tras una agresión sobre un rival que terminó en una acomodada tarjeta amarilla cuando la decisión no daba para matices.

Fuente
Antena 2
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FIFA

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