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Paulo Autuori
Paulo Autuori, en el banco de Atlético Nacional.
AFP

Atlético Nacional y su revelador encuentro con la sensatez

En medio de la crisis, la dirigencia ‘Verdolaga’ actuó como debe hacerlo un equipo grande.

Qué fácil resulta pedir cabezas y esperar que los proyectos quiebren cuando el dinero, el esfuerzo y el conocimiento de las circunstancias son ajenos; luego de la derrota ante el Deportivo Cali, Atlético Nacional tocó fondo y la sed de sangre se apoderó de inmediato de sus fanáticos.

Paulo Autuori, hombre experimentado, cauto y sagaz, entendió que el ambiente no lo estaba favoreciendo para continuar con el proceso que inició a final de la pasada campaña y dejó en manos de las directivas la determinación sobre su futuro, aunque con un evidente deseo de dar un paso al costado.

No obstante, antes de caer en el frenetismo y la vorágine en la que habitualmente se ahondan los directivos del fútbol colombiano, la dirigencia de Nacional dio un ejemplo de sensatez y de claridad administrativa, al gestionar, insistir y acordar la ratificación de Autuori como técnico del cuadro ‘Verdolaga’.

Los directivos no pueden pensar con el hervor en las venas de la afición y cada paso a dar de be ser prudente. ¿Será que algún hincha habrá caído en cuenta de que no es fácil contratar entrenadores a mitad de temporada? ¿Alguien se habrá detenido a analizar cómo y con qué herramientas ha trabajado Autuori? ¿Entenderá alguien que en los equipos grandes los procesos se respetan?

Nacional no puede caer en la enfermedad de los interinatos, en el aval del sindicato de los jugadores, en los nombramientos de técnicos con secuelas en números romanos o en la elecciones basadas en la primera hoja de vida que acerquen los empresarios. ¡No!

La permanencia en Nacional de Autuori no solo representa el valor otorgado al trabajo del entrenador sino que es un mensaje claro de que en la crisis lo último que se puede perder es la cabeza.

Pese a que Nacional se reforzó mal y de afán por los problemas ocasionados con la demanda de Cortuluá en el caso de Fernando Uribe, Autuori comprendió la situación y permaneció en el cargo; además, nunca reseñó como excusa el episodio de la sanción y, en cambio, vio una oportunidad para potenciar a los valores de la cantera.

El timonel verde ha debido sortear lesiones, convocatorias a Selección Colombia y el deprimente nivel de jugadores con la responsabilidad de ofrecer soluciones y no problemas; Aldo Ramírez y su discordia con el fútbol; Omar Duarte, sin aciertos ni intentos;  Vladimir Hernández y emparentado con la intermitencia; y José Fernando Cuadrado, el sinónimo del gol ajeno han aportado en detrimento del actual proyecto.

No solo deberá ser una medida de emergencia para atender la Copa Sudamericana; pase lo que pase contra Fluminense, la directiva de Nacional deberá sostener a Autuori, pero también tendrá que entregarle mejores herramientas para trabajar y suprimir las piezas que están obstaculizando el normal desarrollo del éxito que debe acompañar a la escuadra ‘Verdolaga’.

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Antena 2
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