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Vladimir Hernández - Atlético Nacional 2018
Vladimir Hernández con Atlético Nacional en el 2019.
Colprensa

Crisis y catarsis

El equipo ‘Verdolaga’ afronta una difícil situación, impensada hace un par de temporadas.

El 2018, para Nacional, fue una pesadilla en el plano deportivo y administrativo; las expectativas del club fueron altas, la inversión apuntaba a una buena presentación en la Copa Libertadores y se presumía una nueva conquista en el plano local.

Sin embargo, aunque los resultados finales no respaldaron la campaña de Jorge Almirón ni tampoco la de Hernán Darío Herrera, el onceno verde alcanzó a levantar la Copa Águila frente a Once Caldas, hecho que palió el bochornoso cierre de temporada que trajo consigo una penosa eliminación de los ‘playoffs’ ante Leones de Itagüí.

El cupo obtenido a la Copa Libertadores hizo pasar rápido la página para planificar el 2019 y se comenzó a especular con refuerzos de élite; Emanuel Herrera, Gabriel Costa, Álvaro Montero y hasta Jarlan Barrera entraron al sonajero verde modificando el prisma de muchos aficionados escépticos.

Pero la bofetada llegó desde los escritorios y le cercenó a Nacional la posibilidad de armar un equipo competitivo para el siguiente curso.

La demanda de Cortuluá por el caso Fernando Uribe es solo la punta del iceberg que esconde desaciertos administrativos del pasado con los que la nueva cúpula dirigencial ha tenido que lidiar y, de momento, solo se está a la espera de un milagroso fallo del TAS para que la institución antioqueña pueda tener algún margen de maniobra en materia de fichajes y quede absuelta de pagar los 5 millones de dólares que exige el club vallecaucano.

Nacional está en crisis porque se han ido develando desajustes provocados por directivas en gestiones anteriores, pero bien podría representar un resurgimiento institucional y futbolístico para un ciclo que viene en declive después de haber conquistado América en el 2016.

Y es que el hecho de no poder contratar jugadores obligará a Paulo Autuori y a su cuerpo técnico a potenciar lo que hay en casa, Nacional deberá abrazar y aferrarse a su cantera para no depender de una nueva inversión que está amarrada y supeditada a los tribunales.

¿Qué tal si a Nacional le hubiesen prohibido contratar a Pablo Velásquez, a Pablo Zeballos, a Yulián Mejía, a Cristian Dájome, a John Mosquera y a tantos otros que desangraron las arcas ‘Verdolagas’ sin huella de un aporte futbolístico?

Ese tipo de incorporaciones erradas son un obstáculo para los nuevos valores, que luego deben terminar en equipos chicos, perdidos o adquiridos por rivales directos, tal como ocurrió con Víctor Cantillo o Déiver Machado.

Ojalá el TAS se apiade de Atlético Nacional, pero de no ser así, el ‘Rey de Copas’ de Colombia tendrá una oportunidad dorada de edificar un proyecto catártico, nuevo, que no dependa de grandes nombres, pero sí de un arduo trabajo y mucha confianza en el talento propio para retornar al cima del continente.

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Antena 2
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