El ciclismo vive

En medio de la pandemia que sigue  sacudiendo el planeta y cuando se habla primordialmente de confinamientos, cifras de contagios, fallecimientos, medidas de precaución, indisciplinas individuales y colectivas, etc., también es saludable encontrar actos y mensajes que permiten mirar con esperanza, optimismo y tener un horizonte como ha venido sucediendo con el ciclismo, entendido como el uso de la bicicleta en sus más diversas aplicaciones.

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La primera buena noticia fue la apertura en Bogotá y Colombia de las tiendas, talleres y el sector generalmente relacionado con la bicicleta como medio de transporte y trabajo, incluido el estímulo para que se convierta en medio de transporte esencial que pueda suplir el uso del transporte público y el vehículo particular.

La segunda se presentó con la autorización al gran campeón del Tour de Francia, Egan Bernal, y cuatro de sus colegas residentes en Zipaquirá para entrenarse en las carreteras aledañas al municipio. Como consecuencia, vinieron otras autorizaciones a ciclistas profesionales  en otros departamentos y ciudades, además de la apertura decretada en Francia, Italia y España donde estaba totalmente prohibida la actividad a este nivel.

Y la tercera, tal vez la más importante y esperada, es la publicación por parte de la máxima entidad del ciclismo mundial (UCI) de un posible calendario de competencias para la máxima categoría (World Tour) a partir del primero de septiembre  (mejor, desde el 29 de Agosto con el Tour de Francia) que abarca un total de 25 pruebas en Europa, Canadá y China , calendario en el cual figuran 17 carreras de un día (clásicas) y ocho eventos por etapas incluidas las tres grandes del mundo, en su orden, Tour, Giro y Vuelta, además del Campeonato Mundial de Ruta que tendrá lugar en Suiza una vez terminado el Tour.

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El calendario presentado por la UCI es producto de una serie de  reuniones, consultas, opiniones , divergencias, propuestas, y finalmente soluciones en las que intervinieron los componentes del movimiento ciclístico mundial, esto es, organizadores, equipos, corredores y  patrocinadores quienes han conseguido presentar un programa de carreras para un espacio reducido a tres meses y medio de actividad en los cuales será posible para equipos y corredores, de acuerdo a sus condiciones y necesidades en los diversos tipos de pruebas, tratar de recuperar gran parte de lo perdido en el campo económico, deportivo y publicitario a causa de los daños ocasionados por la pandemia, situación que también vale para el ciclismo femenino que igualmente vio aparecer un nutrido calendario que permitirá a las damas que se ganan la vida corriendo en bicicleta mantener la vigencia e importancia que han alcanzado.

Queda solamente por conocer los proyectos de calendario por parte de las Federaciones Nacionales, incluida la Federación Colombiana,  y el tratamiento que recibirán las demás competencias en los diversos países para los equipos de la segunda división y  continentales que estarán seguramente sometidos, como los de la máxima división del ciclismo, a la evolución de la pandemia. Ha quedado claro hoy que para los dirigentes y organizadores lo prioritario serán las condiciones de salud de los integrantes de las diversas caravanas del ciclismo del mundo, dependiente también de las órdenes e  instrucciones de los gobernantes, desde presidentes, ministros, gobernadores y alcaldes.

Todos  esperan volver a la competición en este deporte atractivo como pocos,  portador de un mensaje de libertad y esperanza para combatir  lo que hasta ahora hemos venido padeciendo.