El Regreso (II)

Ante el éxito del foro EL REGRESO organizado por ANTENA 2 la semana anterior, ya se está programando la segunda entrega, esta vez dirigida principalmente a los deportistas y seguramente metodólogos o entrenadores, así como otras personalidades cuya opinión en el camino del retorno a la “nueva normalidad” será valiosísima como fueron las de los ilustres participantes del foro mencionado.

Por fortuna, ya una buena cantidad de deportes y deportistas de alto rendimiento  de Colombia y el mundo, han reiniciado sus entrenamientos en los escenarios naturales a los cuales están habituados, unos con mayor antelación que otros, e incluso ya estamos hablando de competencias (fútbol en Alemania  y automovilismo en USA), mientras otros en España e Italia se disponen a reiniciar, como ejemplo de una irreductible  determinación para afrontar la pandemia y poner fin el largo y tedioso confinamiento a que nos hemos visto obligados.

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Pensando en ese foro y las preguntas y respuestas que serán objeto los deportistas –principalmente- y sus entrenadores,  me he puesto a pensar e imaginar la clase de sentimientos y sensaciones que los han acompañado. Recogiendo sus propias impresiones encuentro que ellos mismos se han visto sorprendidos ante el “desentrenamiento” a que se vieron sometidos -que les hizo perder la casi totalidad de sus habilidades y condición física-  pero igualmente emocionados  ante la sensación del aire puro en la cara, la existencia de oxígeno por la fatiga natural ante el esfuerzo, el volver a estar en contacto con la naturaleza, el paisaje, el mar, la montaña, el campo de juego o las instalaciones del mismo.

Para algunos, volver a montar su bicicleta en carretera, patear el balón en la cancha reglamentaria, ponerse al volante de un auto de carreras o empuñar la raqueta de tenis resultó una experiencia totalmente novedosa pues casi que debieron iniciar el aprendizaje de los fundamentos para permanecer en equilibrio los ciclistas y tratar de  eliminar la imprecisión en los movimientos y pericia para dominar las herramientas de su deporte en todos los casos.

Seguramente, para muchos que ya regresaron o que están en ese camino, este regreso significa el volver luego de unas largas vacaciones o llegar, en algunos  casos, por primera vez al colegio o la universidad  estrenando uniformes e  implementos y preguntando por el profesor, los amigos o intentando conocer todo lo nuevo, con un poco de temor e incertidumbre, así se trate de la más fulgurante de las estrellas o el que apenas sueña con serlo.

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El regreso al entrenamiento y a la competición deportiva en todo el mundo incluye recobrar  nuevamente la libertad de movimientos, la posibilidad de desplazarse fuera de la casa, el barrio o la ciudad, sentir la conexión entre cuerpo y elemento, ya sea bicicleta, balón, patines, raqueta o el simple roce de los pies contra el piso para avanzar más lejos de lo que hasta ahora les  fue permitido.

El deporte de alto rendimiento regresa con  un mensaje de esperanza y para ello ha preparado y sigue preparando, además de calendarios que pretenden salvar la temporada de cada deporte, rescatar parte de lo que el Covid-19 nos ha arrebatado. Se estudian y aplican todos los protocolos médicos y logísticos necesarios  -en función de la salud- para permitir tanto el entrenamiento como la competición; lamentablemente, sin la presencia de público en la mayoría de los casos pero  con el total convencimiento y necesidad  por parte de todo el mundo deportivo de ver rodando el balón, el lote ciclista, la bola de tenis por los aires, los bólidos en su vertiginosa carrera sobre las pistas, las mágicas piruetas de los artistas de la “pelota naranja” en el baloncesto y así sucesivamente.   

Interpretando al deportista -hombre y mujer-  de alto rendimiento y su retorno a la fatiga real, consecuencia del esfuerzo máximo al que está acostumbrado y que en su casa no podía realizar, hoy es fácil entenderlo tanto física y mentalmente como el ser humano que está recobrando uno de sus tesoros más preciados después de la salud y la vida, esto es, la libertad para ejercer su profesión, una de las más apreciadas en este planeta: DEPORTISTA PROFESIONAL DE ALTO RENDIMIENTO.