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Simone Bales
Simone Bales.
AFP

Escándalo por deporte

Varios escándalos han sacudido al deporte en el último año.

Cuando se habla de deporte, deberíamos referirnos a una de las actividades más nobles y transparentes de todas las que realizamos en todos los campos, los habitantes de este planeta.

Sin embargo, hoy tenemos una realidad  al frente para demostrarnos que no es así y que cada vez con mayor presencia, fuerzas oscuras y extrañas han venido invadiendo canchas, pistas, carreteras, gimnasios, estadios, coliseos y -lo más grave-,  escritorios detrás de los cuales se manejan los  hilos conductores y destinos de una industria que hoy es de las más poderosas del mundo: EL DEPORTE.

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Historias de toda índole, muchas veces sórdidas, otras tantas increíbles, organizadas por toda clase de personajes vinculados a la actividad deportiva en cualquier lugar del mundo, se vienen escribiendo desde tiempo inmemorial y para desgracia se siguen escribiendo hasta convertirse casi en costumbre, enterándonos de tantas de ellas en forma cotidiana.

Digamos que el dopaje ha sido y sigue siendo epicentro de una incontable cantidad de escándalos ligados inicialmente a un deporte como el ciclismo pero luego asumidos por la casi totalidad de los deportes y eventos en el planeta, comenzando por algo tan sagrado como los Juegos Olímpicos, Campeonatos Mundiales, Grandes competencias y deportes que concitan la atención mundial.

Como una infernal cadena que no parece tener eslabón final, se han venido uniendo al espinoso tema del dopaje, episodios de corrupción en los más  altos estamentos deportivos del mundo, donde impresionantes sumas de dinero e intereses políticos y  personales, cargados de ambición  desmesurada,  están hoy en boca de millones de seres en el mundo que asistimos perplejos  al “Fifa- Gate”, El Dopaje  de Estado en Rusia, la aparición ante los estrados judiciales de los  grandes dirigentes de las Federaciones Internacionales de Pesas y Atletismo, así como de integrantes del COI, la  reventa de boletas en Colombia y así sucesivamente. Se conocen más y más casos que riñen totalmente con lo que son los valores, esencia y filósofía del deporte.

Los medios de comunicación encuentran actualmente materia suficiente para sostener por semanas, meses y hasta años, la atención sobre el deporte pero de una manera que no es seguramente la más deseable pues los términos corrupción, soborno, chantaje, robo, encubrimiento, violencia, son más bien propios de las páginas judiciales del bajo mundo, que de las secciones deportivas.

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Y para rematar, la agresión, ofensa y acoso sexual también han hecho su aparición como si el deporte ya no estuviese permeado por tantos males. Las denuncias han aparecido en muchas partes del mundo por parte de mujeres deportistas que han visto afectada su dignidad, prestigio y futuro deportivo ante los abusos cometidos contra ellas, muchas veces ocultos o ignorados por toda clase de intereses o poderes enquistados en los estamentos encargados de velar y defender la presencia de la mujer en el deporte.

Documentales como “ICARO” , “ATLETA A”, “LANCE”, emitidos recientemente, nos muestran una amarga y dura realidad pero también invitan a reflexionar sobre el presente y futuro del deporte en todas sus manifestaciones, dejando como lección la necesidad absoluta de un cambio de dirección y  pensamiento hacia esta hermosa actividad por parte de quienes tienen en sus manos  el manejo de todos los elementos que componen el deporte para ver si es posible que recupere la limpieza que debería acompañarlo como un ejemplo para mostrar a la niñez, la juventud y la sociedad en general, que peligrosamente está comenzando a creer que hoy es normal y permitido hacer DEPORTE POR ESCÁNDALO.

Fuente
Antena 2

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