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Ramón Jesurum, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol
Ramón Jesurum, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol
Colprensa

¿Estocada para Jesurún y compañía?

Cada día son mayores los escándalos en el fútbol colombiano.

Avanza la pandemia del Coronavirus y los escándalos en el fútbol colombiano no han dejado de ser el pan de cada día. Ahora las malas noticias tocaron las puertas de la Federación Colombiana de Fútbol que fue multada por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) con una suma que asciende a los 16 mil millones de pesos por las irregularidades detectadas en la venta de boletas para el mundial de Rusia 2018.

De acuerdo con el superintendente Andrés Barreto, fueron sancionadas 17 personas naturales y tres agentes de mercado "por haber ejecutado o facilitado la conducta anticompetitiva. Entre los implicados de Colfútbol están su presidente Ramón Jesurún, al igual que Luis Bedoya, ex directivo del balompié nacional. También apareció comprometido el nombre de Álvaro González Alzate, máximo directivo del fútbol aficionado, entre otros.

Nuevamente el balompié nacional debe aguantar que sus directivos actúen de esta manera y que sin embargo sigan tan campantes en sus cargos. Hace varios años Luis Bedoya tuvo que renunciar a la presidencia de la Federación por el escándalo de FIFA GATE y a hoy día su juicio en los Estados Unidos se ha aplazado por lo menos siete veces. Cayó en esa oportunidad Bedoya, pero Jesurún, el segundo al mando siguió como si nada hubiera pasado.

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¿Será que de nuevo como en aquella oportunidad Jesurún se mantiene en su posición como si nada hubiera pasado?. Me parece que es la hora y la oportunidad para que se de un revolcón total en las altas esferas del fútbol colombiano, manejado desde hace mucho tiempo por personas que es más el mal, que el bien que han dejado en la imagen del fútbol nacional.

González Alzate, lleva perpetuado en su cargo como dirigente de Difútbol hace muchos, pero muchos años. Pasan las personas y él sigue atornillado en su puesto. ¿Por qué?. La respuesta no aparece por ningún lado. ¿Será acaso que conoce la letra menuda de sus colegas y por eso nadie se atreve a señalarlo? Parece que así es.

Este nuevo escándalo en época de crisis mundial, en nada favorece al bien del fútbol colombiano. Es increíble que después de lo vivido con Bedoya, los actuales “mandamases” actúen una manera sino igual, muy parecida, engañando a la gente del común con reventa de boletas. Esa no es su función y por eso deben ser drásticamente castigados, monetariamente como lo determinó la Superintendencia de Industria y Comercio, sino que la Fiscalía General de la Nación debe de igual manera entrar a investigar a estas personas y de pasó, el Gobierno Nacional a través del Ministerio del Deporte intervenir de una vez por todas a la Federación Colombiana de Fútbol.

No tiene sentido que Jesurún y “compañía” sigan ocupando estos cargos tan importantes cuando hay una investigación de por medio. Si tienen algo de dignidad deberían dar un paso al costado y dedicase a defenderse de las acusaciones como personas naturales, sin que tenga que estar involucrado el nombre de la Federación, que ya quedó bastante enlodado por los malos procedes de sus cabezas.

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Estoy de acuerdo con lo manifestado por Acolfutpro: "Es necesaria y urgente una reforma estatutaria que abra la participación a todos las partes interesadas en la asamblea y comité ejecutivo de la FCF (futbolistas, entrenadores, árbitros, fútbol femenino, fútbol sala), como lo establece la FIFA y como se ha hecho recientemente en Perú y Uruguay, de la misma forma que se lleva a cabo en países de gran tradición futbolera como Italia y España". Eso es lo que debe suceder y empezar de cero con otras personas que impulsen y le den un nuevo aire al fútbol colombiano.

Ya es hora del cambio y del revolcón. Se debe aprovechar esta coyuntura para que aparezcan dirigentes idóneos, que con otras ideas traten de mejorar el nombre del balompié colombiano, que nuevamente por malos manejos dirigenciales se ha visto inmiscuido en escándalos que enlodan el nombre de Colombia a nivel internacional.

La reventa de boletería en Colombia es un delito y no se debe pasar de largo con una simple multa económica. Les debe caer todo el peso de la ley. No debe permitirse ni defenderse, como lo intentó hacer el hijo de Jesurún, asegurando que nuestro país era atrasado, ya que en otros lugares del mundo esto se permitía y era legal. Después, muy seguro que con cabeza fría tuvo que borrar su trino, que en nada colaboró y ayudó a su padre, ya que lo escrito inicialmente daba a entender y reafirmar que sí existió la reventa de boletas.

No hay tutelas que valgan la pena. Lo mejor es renunciar a sus cargos y dejar que sea la justicia la que determine si son o no culpables de los señalamientos. Como vamos, vamos muy mal. Se acabaron dirigentes de talla tipo Alfonso Senior Quevedo, León Londoño Tamayo y Alexander Gorayeb Gorayeb, por mencionar algunos.

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Antena 2
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