Cargando contenido

Junior no pudo con Pasto, pero ya tendría los puntos necesarios para clasificar.
Junior no pudo con Pasto, pero ya tendría los puntos necesarios para clasificar.
Colprensa

Fútbol descolorido

La verdad, el invicto del Junior es un sofisma. Las formas agradables en la cancha ya no se aprecian.

A Junior el juego atrayente y efectivo se le esfumó. En el presente solamente queda el recuerdo de aquellas expresiones coloridas y de buen fútbol. La confusión es palpable, latente; por parte de los jugadores y del técnico Luis Fernando Suárez. Parece ser que el impacto emocional de las cuatro derrotas sufridas en Copa Libertadores hizo mella y aún no han asimilado ni se han sacado el fuerte golpe. Además, parece ser que el síndrome del No Gol padecido en Copa se hubiera trasladado a la competencia doméstica.

Vea también: Tres refuerzos que habría pedido Patricio Camps para Santa Fe

La verdad, el invicto de Suárez y sus muchachos es un sofisma. Las formas agradables de la exposición futbolística en la cancha ya no se aprecian; la versatilidad con la pelota no se ve y los recursos ofensivos, son limitados. Lo que ha quedado es una exposición monótona y mono-rítmica en el andar en fase ofensiva. La velocidad de propulsión en zona adyacente al área rival no se aplica; y quienes deberían ser los encargados de estos menesteres desequilibrantes, Luis Díaz e Hinestroza, perdieron confianza y la fineza para realizar estos movimientos; sobre todo Díaz, quien refleja un bajón en su producción luego de regresar de la gira con la selección colombiana de fútbol.

El juego, sin sorpresa y previsible, resulta de fácil control para los esquemas rivales, como así se vio en el reciente partido como local frente a Deportivo Pasto. Alexis García montó una madeja defensiva que la estrategia de Junior no supo superar, tanto así que el primer acercamiento que hubo fue a través de un remate de media distancia, de Gabriel Fuentes, cuando ya habían transcurrido los primeros 30 minutos.

Le puede interesar: La deuda pendiente del América desde que ascendió a la 'A'

En lectura y toma de decisiones, el desconcierto de Suárez es evidente: mientras Teo era consumido vorazmente por los defensores pastusos, por su juego dinámico, el entrenador no tomó la decisión de cambiarlo y prefirió mantenerlo a pesar de su improductividad.

Por ahora, once empates en Liga, seis de ellos de forma consecutiva, y 289 minutos sin celebrar un gol, deja mucho que desear de una plantilla lujosa, que hace rato debió sentenciar su clasificación en el certamen doméstico.

Fuente
Antena 2
En esta nota

Cargando más contenidos

Fin del contenido