La juventud al poder

Con el reinicio de la temporada ciclística en Europa hay tres aspectos implícitos en medio del fragor de la competición que bien vale la pena resaltar después de una semana de carreras en España, Francia e Italia, principalmente.
 
El primero de ellos, es el mensaje que la máxima rectora del ciclismo (UCI) ha querido enviar al mundo en cuanto al significado del ciclismo como sinónimo de lucha y de esperanza en un momento tan difícil para la humanidad.

Vea también: Reto Mont Ventoux tendrá el duelo Nairo vs López: así será la altimetría
 
El segundo, es la necesidad de cumplir a rajatabla los protocolos establecidos para ciclistas, equipos, organizadores y público como la única manera de poner a rodar el lote, en la misma forma en que los alemanes pusieron a rodar el balón y detrás suyo, los demás países que pudieron terminar exitosamente la temporada, luchando por evitar una derrota frente al coronavirus, lo que habría sido catastrófico en todos los aspectos imaginables.
 
Las primeras competencias realizadas hasta ahora han demostrado que SÍ ES POSIBLE ver el lote con más de 150 ciclistas y cerca de 500 seguidores en la caravana reunidos en los puntos de salida, llegada y hoteles, sin contar con la cantidad de público que por ahora se verá aislado o semi aislado de la tradicional cercanía con el mundo del ciclismo.
 
Del cumplimiento estricto de los protocolos, de la conservación a todo precio de la “Burbuja” de equipo o de organización, así como del comportamiento del público, va a depender en gran parte el éxito de la temporada ciclística en Europa o en otros países donde se pretenda hacer ciclismo competitivo.

Le puede interesar: Desafío al Mont Ventoux: hora y canal para ver el regreso de Nairo Quintana
 
El amago de crisis desatado en la Vuelta a Burgos fue más un escándalo mediático que una realidad, pues simplemente se trató – por precaución – de la separación de tres corredores colombianos del UAE y 2 del Israel, los que al día siguiente de un nuevo exámen fueron encontrados NEGATIVOS y, por lo tanto, enviados a sus casas para seguir entrenando y a la espera del próximo compromiso.
 
Por fortuna, El Tour de Occitanie en Francia y la clásica Strade Bianche en Italia resultaron igualmente exitosas en este aspecto, que es tal vez el más importante y el centro de atención del movimiento ciclístico mundial que cruza  los dedos a la espera de que el calendario en marcha sirva como espejo y ejemplo para otros países que aguardan ansiosamente poder realizar carreras.
 
Y el tercer mensaje que deja este reinicio del ciclismo, es la llegada -por ahora-, de “la juventud al poder” en este deporte para el 2020 con las victorias de Remco Evenepoel y sus 22 añitos en Burgos, al igual que Egan Bernal, quien con sus 23 eneros triunfó magistralmente en Francia (Route de Occitanie), prueba que representó el primer gran duelo en la montaña para una buena parte del lote que estará disputando el objetivo central de la temporada: el Tour de Francia.
 
El joven belga, en su segundo año como élite en la máxima categoría del ciclismo mundial y Egan en el tercero, anuncian su irrupción en el exclusivo mundo de los Froome, Valverde, Quintana, Nibali, Thomas, Pinot, etc., todos ellos ya con 30 o más abriles, disfrutando la edad de oro del ciclista, capaces de todo, poseedores de límites inalcanzables para muchos y dueños de títulos que a los “baby ciclistas” todavía les falta alcanzar.
 
Todo está servido, de acuerdo a lo visto hasta ahora en este reinicio del ciclismo, para disfrutar de una gran temporada con 100 días de carreras casi ininterrumpidos y todos los escenarios posibles para presenciar la lucha entre la juventud que llega y la generación que ha estado y está todavía en el poder, dispuesta a no dejarse arrebatar por la irreverencia de la juventud lo que tantos años y kilómetros les ha costado.