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Juan Carlos Osorio, técnico de Atlético Nacional
Juan Carlos Osorio, técnico de Atlético Nacional
Atlético Nacional

Nacional y Junior: ¡Fracaso y listo!

Por inversión organización el verde y el tiburón, en el rentado doméstico tienen la máxima obligación.

Hay palabras que suenan fuerte y hasta son repudiadas por muchas personas; fracaso (de fracasar), es una de ellas. La RAE indica, dentro de la primera acepción del vocablo: “malogro, resultado adverso de una empresa o negocio”.  Mientras que, de fracasar, expresa: “Dicho de una pretensión o de un proyecto: frustrarse (malograrse)”. Así de simple y claro.

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La expresión tiene la connotación natural de manifestar que no se cumplió con un objetivo, que, en el caso deportivo y del fútbol, indica que se falló en la meta trazada; por ejemplo, cuando una aspiración de avanzar a una fase o de lograr un título o campeonato no se consigue. Verbigracia, la eliminación de Nacional y Junior en la Copa Águila, fue un fracaso; así les duela a muchos, es la realidad contextual.

Por inversión, organización deportiva y pretensión de títulos, el verde y el tiburón, en el rentado doméstico tienen la máxima obligación de llegar a las instancias finales de las competencias, si esto no sucede, para estas gloriosas instituciones se puede determinar como un “resultado adverso”, que es igual a fracasar en los planes fijados, así de sencillo.

A Juan Carlos Osorio y a Julio Comesaña, las dirigencias de los clubes que regentan les complacen sus caprichos para confeccionar sus plantillas, o sea, no tienen excusas y no se pueden zafar de sus altas responsabilidades en la búsqueda de protagonismo.

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Nacional, si ganaba la Copa, tenía el camino más corto y directo para alcanzar un cupo internacional. Junior, si bien ya tiene asegurada la Copa Libertadores al ser el campeón del primer semestre, debió “meterle todas las fichas” a este evento, por el honor y la gloria que representa cosechar trofeos.

Sería una pena que ambos entrenadores esbocen sendos pretextos y no asuman una postura autocrítica, que realce la capacidad de respuesta deportiva de sus jugadores y los clubes que orientan. Para los referidos timoneles es mejor que comiencen a revisar los desatinos y errores cometidos, porque ya es una vergüenza que, tras las desaguisadas actuaciones en Copa, de contera estén sancionados y no puedan aparecer en la zona técnica.

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