Prioridad: ¡la Copa Sudamericana!

Quien compite sin espíritu aspiracional está condenado al fracaso.

Ángel Julio

Rodelo

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Jarlan Barrera, líder de la creación en el Junior de Barranquilla

Colprensa

Al inicio de las competencias en este segundo semestre del año, Julio Comesaña y Antonio Char, entrenador y presidente de Junior, respectivamente, expresaron a los medios de comunicación que la prioridad, por encima de la Copa Águila y la Sudamericana, era la Liga.

Para quien escribe, el pensamiento de los orientadores del equipo se quedó corto y sin pretensiones de trascender en el concierto internacional del fútbol.

Quien compite sin espíritu aspiracional está condenado al fracaso, a la intrascendencia; mientras quien fija una meta u objetivo, podrá fracasar en su intento, pero luchará, como se dice, a brazo partido, por conseguir lo planteado.

Es cierto, el elenco Tiburón hace siete calendarios no conquista una estrella, y la anhela, es obvio. Pero, qué es más importante, ¿el torneo doméstico o un trofeo internacional? La respuesta es natural y se cae por su propio peso...

En esta oportunidad, luego de superar la serie frente a Colón, Junior accede por tercera vez de forma seguida a cuartos de final de la Sudamericana, demostrando que está demarcando presentaciones protagónicas en este evento; entonces por qué no pensar en ir más allá e intentar ganar “la otra mitad de la gloria”...

Siete estrellas de Liga y dos títulos de Copa Águila es la cosecha oficial en el historial del club caribeño, logros dentro del ámbito local; por ello, por prestigio y categorización, cómo le caería de bien una copa internacional. Esa debería ser la prioridad.

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