Qué viva la jornada de clásicos

La jornada de clásicos en el fútbol colombiano siempre será buena para todos, sin excepción. Seguramente habrá algunos a quienes no les guste y sus razones tendrán, pero lo que sí es seguro es que a los equipos (directivos, técnicos y jugadores) les llama la atención.

Si usted revisa las entradas, en la mayoría de los estadios esta fecha aumentó de manera considerable las entradas del público y eso es bueno para las arcas de los clubes. Medellín y Cali indudablemente se llevan las palmas. Entradas de más de treinta mil espectadores a sus clásicos, los pone a la vanguardia de las hinchadas en el país.

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Deportivamente siempre será bueno enfrentar al rival de casa, sin importar el momento por el que atraviesa cada uno. El clásico es diferente y se juega a cara de perro, o sino pregúntenle a Santa Fe, que era último y enfrentaba a un Millonarios casi al tope de la tabla. Ustedes ya conocen el resultado.

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Hay otros clásicos que de pronto no tienen mucho sabor como el Rionegro-Envigado, Pasto-Once Caldas, o Patriotas-Equidad, pero que, en aras de ser lo más coherente posible, intentan acercarse a ese rótulo, así  tengan muy poco en común.

Y por último sirve para los hinchas. De manera jocosa tendrán hasta el próximo clásico para poder cargar a sus amigos del rival, porque eso es el clásico. Un partido aparte, en donde no importa el lugar en la tabla si se le gana al tradicional oponente. Por eso y mucho más esta jornada es diferente, para todos. Qué viva la jornada de clásicos en el fútbol colombiano.