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Caimán Sánchez
Caimán Sánchez.
Colprensa

Se va el 'Caimán', se va el 'Caimán'…

El exfutbolista falleció el pasado 16 de enero.

Alguien dijo al conocer la noticia de la muerte de Efraín Sánchez, que había abandonado el pórtico terrenal, y que de ahora en adelante sería el portero del cielo. No está muy lejano de la realidad, el 'Caimán', uno de los más grandes porteros que ha tenido en su historia el fútbol colombiano se merece eso y mucho más, por todo lo que fue en esta vida.

Alguna vez contó en una de sus tantas entrevistas que dio, que fueron muchas, porque nunca se negó, que sus apellidos no eran Sánchez ni Casimiro, porque su padre era de Curazao y su madre de Venezuela y que en Barranquilla les habían acomodado sus apellidos para no tener problemas de papeles.

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En otra oportunidad, otra persona que lo conoció y fue su amigo me comentó que “El Caimán” no parecía costeño por su forma de ser: tranquilo, sereno y no por hablar mal de los costeños, sino porque era todo lo contrario a cualquiera de sus paisanos que hablan duro y bullangueros. Don Efraín parecía más un bogotano que otra cosa. Sería porque sus últimos cuarenta años los vivió en lo que ellos llaman la nevera y terminó siendo como uno de nosotros.

Entre sus tantas cosas que lo inmortalizarán está el haber sido el primer colombiano en jugar en el fútbol argentino, incluso antes de que hubiera fútbol profesional en Colombia. Allí, un colega apenas llegó le puso el nombre de “El Caimán” porque venía de Barranquilla y se acordó de la canción que hoy todavía escuchamos en nuestra radio.

Quince  años después fue el portero de la Selección Colombia en el primer mundial de fútbol al que asistía nuestro país, en Chile 1962 e hizo parte de ese mítico empate a cuatro goles ante Union Soviética, que en ese entonces era un grande del fútbol mundial, marcador con el cual vivimos hasta 1990 cuando regresamos a la cita orbital en Italia.

Don Efraín fue también el primero que nos enseño qué era llegar a una final de un torneo internacional, cuando en 1975 condujo a la selección que alcanzó la final de la Copa América y que en tres partidos perdió ante la Perú, en época en que el Presidente de la Conmebol era precisamente el peruano Teófilo Salinas.

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Colombia ganó en Bogotá, Perú lo hizo en Lima y el partido de desempate en Caracas. Salinas lo postergó por más de ocho días esperando que pudieran llegar los internacionales Cubillas y Sotil, entre otros, que jugaban en Europa. Eran otros tiempos pero las influencias y el poder ya la acomodaban los que dirigían el balompié

Se fue un grande, tan grande como su estatura, un icono del arco colombiano, pero sobre todo un caballero, que siempre se distinguió por el respeto que inspiraba y su sencillez. Buen viaje, 'Caimán'.

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Antena 2
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