El día en el que Mike Tyson le 'arrancó’ parte de la oreja a Evander Holyfield

“Iron”, apodo que recibió Mike Tyson, fue condenado a prisión en 1992 por violar a una modelo. Recobró la libertad en 1995 gracias a su buena conducta y buscaba volver con todo a la cúspide del boxeo mundial.

La revancha entre Mike Tyson y Evander Holyfield tuvo lugar en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas (Nevada), el mismo escenario donde Holyfield se quedó con el título mundial ante Tyson en 1996. Esta sería calificada como una de las peleas más extrañas en la historia del boxeo. 

En los dos primeros asaltos Holyfield le había propinado cabezazos a "Iron” Tyson, por lo que los ánimos se empezaban a caldear en el cuadrilátero. Fue en el tercer asalto donde se produjo el hecho anecdótico del combate: Tyson sujetó a su rival y le mordió la oreja derecha. 

La mordida fue tan fuerte, que llegó a arrancarle una parte del cartílago. El duelo se detuvo mientras Holyfield recibía atención médica; luego de eso, continuó un combate que se convirtió en una verdadera guerra entre ambos oponentes.

No pasó mucho tiempo para que Tyson volviera a morder a Holyfield, esta vez en su oreja izquierda, aunque esta no tuvo grandes consecuencias. El árbitro Mills Lane decidió detener el combate, fue allí donde un enardecido Mike Tyson fue a buscar a su rival. El cuerpo de seguridad trató de detenerlo, pero él los amenazaba con golpearlos. 

Tras este duelo, Tyson fue descalificado y además perdió su licencia como boxeador. Ya en 1999 regresó al ring, pero no obtuvo el mismo éxito para recuperar su status como campeón mundial. En 2005 anunció su retiro como pugilista. 

¿Qué sucedió después? 

En 2009, ambos se reencontraron en el programa de televisión de la famosa presentadora estadounidense Oprah Winfrey, allí fue donde se estrecharon la mano para hacer las paces luego del feroz combate en Las Vegas.

Cinco años después, ambos aparecieron en un divertido comercial donde Tyson “le devolvía” el pedazo de oreja que le arrancó a Holyfield. Una muestra de que todo quedó en el cuadrilátero.