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En Manizales se cambió el ¡Óle! Por el ¡Ay!

La reseña de ésta corrida hay que comenzarla diciendo que es la corrida más desagradable que he vivido en muchos años. Sí, fue muy mala, pues de los ocho toros lidiados del hierro de Dosgutiérrez, solo funcionó uno, los restantes siete, con peligro, aunque con el potable primero, Sebastián Vargas triunfó.

Con tres cuatros de entrada, tiempo soleado, los toros de Dosgutiérrez y cartel de toreros colombianos, se llevó acabo la corrida en la ciudad de Manizales. Toros bien presentados, pero con mucho peligro, orientados desde el comienzo, al punto que hubo tensión en la plaza permanentemente por la posibilidad latente de una cornada, no solo para los matadores, sino para los banderilleros, ya que en términos generales en su comportamiento fueron mirones, reservones, con genio y de mal estilo. Otra cosa fue el lidiado en primer lugar, noble, con movilidad y calidad en su embestida, bien lidiado por el cucuteño Sebastián Vargas. Para la muestra un botón y se imaginen lo que sucedió, hubo tres toros que se fueron vivos a los corrales, pero más por desconocimiento de los toreros o torpeza de los mismo, fue por lo negados los toros para la lidia. El rejoneador Willy Rodríguez en su primero de faena corta, mostró su madurez y buena monta de sus jacas, aplaudido por el público cuando hizo la suerte del violín, cuando templó la embestida del toro que luego le venía cruzado, siempre mostrándole los costados al cortarle los terrenos y el segundo si es que fue muy malo, cerrado a tablas, aquerenciado y difícil. La ganadería de Dosgutiérrez cumplió 65 años, es decir, es uno de los hierros de mayor tradición en el campo bravo colombiano y de la que han salido toros muy buenos y encierros premiados como los mejores en muchas plazas, pero esta corrida no fue, no resultó, no pudo ser, aunque quienes conocemos a su ganadero, al Dr Jorge Gutiérrez, sabemos que la está pasando mal, por su honradéz y celo en la crianza del toro bravo. Esto lo tendrá molesto y triste por lo sucedido en el ruedo de Manizaleño. Sebastián Vargas, dos orejas y silencio José Arcila, silencio y silencio Santiago Naranjo, tres avisos y tres avisos, con cerrada ovación de solidaridad Willy Rodríguez (rej), palmas y tres avisos
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