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En Medellín las lecciones de Fandiño

En el festival nocturno en la ciudad de Medellín, dos actuaciones merecen elogios, la de Manuel Jesús “El Cid” y la de Iván Fandiño, ambos cortaron dos orejas en medio de la ovación del público.

Con buena asistencia de público en la plaza de La Macarena de Medellín, se realizó el festival que recauda dinero para el hospital San Vicente de Paul, obra social que se agradece al estamento taurino. Se lidiaron novillos toros de La Carolina, bien presentados y de juego variado. En el festival actuaron El Cid, Javier Castaño, Sebastián Castella, Luís Bolívar, Iván Fandiño y el novillero Luís Miguel Castrillón. El Cid se recreó toreando muy suave y dándolo todo en una ciudad que cuando su nombre no alcazaba los puestos de privilegio, ella le abrió sus puertas y lo acogió con cariño, brindándole lo que necesitó. Su entrega se vio compensada con el corte de las dos orejas, fiel reflejo de lo bien que estuvo. Iván Fandiño dio lecciones como las que ha estado ofreciendo en nuestro país, a los niños que se le acercan. Su característica es la de la verdad, embarcando al toro adelante, dejándoselo llegar, llevándolo detrás de su cadera y despidiendo la embestida, con el giro de la muñeca preciso, para quedar debidamente colocado y ligar la faena. Esta fue intensa, de cercanías y profundidad, fallada por el juez supremo, el público, con las dos orejas. Me dijo Fandiño, “no me importa si es una corrida o un festival, lo que hago en el ruedo lo hago con verdad y porque lo siento”….Bien torero, por ese camino se llega lejos. Lo otros actuante en verdad no contaron con ejemplares que les permitieran hacer lo que saben y exponer su voluntad en la plaza. La labor de ellos fue silenciada.
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