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Llegó el empresario de Medellín a tomar lista

El empresario de la plaza La Macarena de Medellín vino a Bogotá a participar en un foro organizado por Crotaurinos y levantó su dedo para señalar a algunos empresarios colegas suyos y periodistas como envidiosos. Los primeros fueron acusados por no respetar acuerdos verbales y los segundos, por no asistir al foro.

El foro “Por la defensa de la fiesta brava en Colombia”, organizado por Crotaurinos, entidad que agrupa a varios periodistas del país, congregó a distintos sectores de la fiesta como ganaderos, aficionados, toreros, etc para discutir sobre caminos para salir de la encrucijada. Tomó la palabra el empresario de la plaza de Medellín para fustigar a empresarios y periodistas que no se hicieron presentes, disque porque el foro fue organizado por Crotaurinos y no por ellos, sin ni si quiera saber los motivos de la no presencia de los comunicadores y por el contrario, fueron acusados por el empresario de Medellín de envidiosos “porque como no lo organizaron ellos, entonces no vinieron”, dijo el empresario de la plaza de Medellín, sin tomarse la molestia de preguntar los motivo de la ausencia, pero sí arreó de inmediato, como si en sus manos estuviera definir quien se salva o quien se condena. Curiosa, paradójica y arbitraria postura del empresario de Medellín de venir a Bogotá a eso, cuando él no se hizo presente en el foro que organizó “Asotauros” hace aproximadamente un mes, en su propia capital antioqueña y nadie le dijo nada, ni lo tacharon de envidioso, ni lo fustigaron por no ir, sencillamente pasaron respetuosamente de largo por sus seguros motivos de la no presencia allí. Escuchar es de sabios. Esto por si quisiera saber los argumentos de la ausencia, de la no presencia, pues si le interesa tanto ese tema, pero no condenar sin saber, sin oir. Escuchar es de sabios. Más bien el empresario de Medellín, en vez de venir al foro de Bogotá a tomar lista, debería tener en cuenta las recomendaciones que le hicieron los aficionados antioqueños en el foro de Asotauros, al que no asistió, para que en la Macarena se lidien ejemplares que tengan aspecto de toro, como uno de los elementos que ayudarían a salvar la fiesta, devolviéndole emoción e integridad, según expresaron. O aplicarse en estructurar una buena y efectiva estrategia publicitaria para promocionar las corridas en Medellín, en vez de fijarles pautas de comportamiento a sus colegas los empresarios de otras ciudades, como también lo dijeron en la misma reunión de Asotauros, a la que él no asistió. El señor empresario debería tener claro en un momento tan crítico para los toros que es mejor sumar que dividir.
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